miércoles, 25 de marzo de 2009

Uno en Marzo

Ocasionalmente tengo ideas que simulando ser brillantes distraen mis interminables viajes en colectivo. Añgunas suelen ser literarias, otras simplemente criminales.
Imaginé lo siguiente: Un muchacho va a un kiosco, en el quiosco venden drogas, el joven quiere conseguir cocaína y pide coca, el señor kiosquero le ofrece de medio litro, el joven se corrige y le pide gilada, papusa, merca; el mercachifle le vende entonces la droga. Esto que conté lo pensé, ponele, en 15 segundos; imaginé entoncés variantes: confusiones, desvíos.
Primer desvío:
El joven No quiere conseguir estupefacientes, solo queria cocacola. Confusión, amenazas, coacción, el quiosquero con su mejor "onda conurbano" amenza al jovén protagonista, risas de la platea.
Segundo desvío:
El jovén en su vertiginoso afán en pos de la gilada confunde el kiosco, confusión similar que en el caso anterior, solo que en este caso el "droguita" compra muchos puchos y una birra y se va corriendo.Risas, aplausos y una onda reflexión sobre el noscivo efecto de las drogas en nuestra dorada juventúl.
Tercer desvío:
El jovén y el kiosquero se embarcan en un duelo dialéctico, el jovén devela la estructura de la conversación y se hace el píllin promoviendo el caracter ficcional de la misma. Reflexión sobre los límites del lenguaje, el arte y el humor.
Cuarto desvío:
El jovén pretende entrar en un debate, en un intringulís con el quisquero. El quisquero le dice "tomatelas, gil. Te voy a matar" el pibe hace una canchereada mas: Muere.
Me di cuenta que podría estar pensando horas dialogos graciosos, pero la vida es muy turra. La vida se parece a si misma. es tan dificil llegar a algo, tan doloroso. Todo lo que pueda decir o lo que quiera decir va a ser una bosta, lo que quiera escribir: escaso. Mis palabras o granos de arena. Mi voz, quebrada.
El colectivo avanza indiferente como tantas miradas, como tantas voces calladas. Mi ser se proyecta hacia delante y alli no hay nada. El pibe en el kiosco es atendido indiferente por el kioskero que lo mismo vende merca que coca-cola que chupetines que faso que cualquier cosa, las mercancías somos nosotros y ya no queda rastro de nuestra individualidad. Gracias mikey mouse, me extingo y vos ya no estas de moda.