lunes, 9 de agosto de 2010

La estupidez rampante.

Sueño con un país en el que los trenes lleguen a horario.
Leo cincuenta libros por año, sólo que libros de mierda.
La sociedad debe estar movilizada para controlar a los repartidores de pizzas.

Entonces uno descubre ciertos "yeites" de la intelectualidad, y confía en que repitiendolos podrá ser intelectual sin haber pensado nunca en su vida: entendamos algo, pensar implica muchas veces sufrir. Hoy muchos de esos tics se resumen en una figura como el J.J Sebreli (aunque también hay de signo opuesto)
Punto uno: se trata de jugar al maldito, uno como maldito debe despreciar las expresiones mas obvias de la cultura popular, cuanto mas expresiones usted desprecie, querido intelectual, mas maldito; a menos que haga una maldición de signo opuesto entregandosé de lleno a, por ejemplo, la cumbia. Ambos tics se pueden combinar, odiando acerrimamente a unas y entregado cual quinceañera a otras. Hasta aquí algo que le puede pasar a cualquiera.
Punto dos: Se trata de evitar pensar de cualquier manera, uno no debe pensar, solo imitar recursos retóricos; no se si puedo reconstruir el método de Marx, ni su bagaje intelectual y de ninguna manera tener siquiera una décima de su sensibilidad intelectuaal o su honestidad o nada, ni un par de medias rotas, pero lo que puedo tratar de hacer es copiar mas o menos su estilo literario. De esa forma, nuestro intelectual evitará el desgaste mental que implica dudar y recogerá las mieles del marxísmo como género literario.
Punto Tres: evite de cualquier manera pensar (nunca hay que escatimar con esto)
Punto Cuatro: Jugar al maldito no implica serlo: hay que vender libros; seguramente usted en su maldita vida no querrá trabajar de ninguna manera, para eso se inventaron los Best Seller: Paradójico maldito.
Punto Cuatro: La Academia Conjura contra usted, suma doble puntaje uno por Maldito y otro por Publicidad, persista, polemice siempre con gente de renombre.
Punto Cinco: La mejor manera de evitar en pensar es pensar como todo el mundo, sea doña rosa pero con Pompa, banda de pompa.
Punto Seis: La idea de vender libros implica un mercado y la idea de ser una personalidad destacada implíca un séquito de acólitos ¿Qué mejor que transformar a su séquito en su mercado? Genere guiños de complicidad y de sumisión.
Punto siete: Agite Antinomias, esa palabra dio de comer a ciento cuarenta y tres mil columnistas políticos, si sirvió sirve.
Punto Ocho: Vigile, castigue, sea un vigilante. Vigilar es la mejor forma de reproducir y lograr que los mecanismos del Poder pentren en cada uno de los individuos que formamos esta patria.
Punto Nueve: hable de los grandes heroes y de la idea de patria, ellos nos vigilan y si usted pertenece al bando contrario, que la tradición revolucionaria que abrazo sea la que lo vigila.
Punto Diez: use Polera, si algo es una intelectual es una ploera.
Punto Once:Polemice,polemice y polemice, como el polémico Moreno; siempre busque polemizar con.....
(debí darme cuenta de eso antes de empezar a escribir, oh el horror: soy mi doble)