lunes, 14 de marzo de 2011

¡Que linda!¡Que lindo pelo! ¡Que lindas piernas!¡Que lindos ojos!¡Que lindo cuello!¡Que linda cola! Tantas cosas lindas, te dije alguna. Y reías y decías cosas, quería gritarte "sacame de acá", pero no lo supe hasta que me quede sin palabras y un poco más,de todas maneras eso me sucedió rapídismo. Detrás de esta bola de espejos, de esos juegos de luces, de esas sonrisas, y el humo, allí no había nada; en una fiesta donde nadie estaba invitado, pedía a gritos salir.
¡Sacame de acá! ¡Sacame de adentro mío!
Cuando lo supe ¿qué quedaba?
¿Tan linda eras?
Empecé a salir, empujaba gente hacia todas las direcciones y por todas las direcciones era empujado, todos sonreíamos cordialmente: solidaridad de náufragos. Recordé una novela de Julio Verne, dónde en una balsa la antropofagia no era un crimen ni un pecado. ¿Cuantas mordidas mas?
Estabamos frente a frente, nuevamente, en este grumo de la sopa del mundo. ¿Cómo sería tu conchita? Entrar, salir. Infierno.
Puedo fugarme de mil maneras, pero ninguna.