miércoles, 5 de diciembre de 2012

Antes de ayer, caminando, un señor de anteojos y panza, que usaba un cinturón marrón y pantalones al tono, un señor así se me acercó. Empezamos a hablar, él era religioso, y me empezó a contar historias de la biblia, yo asentía cordial pero siempre trataba de tener la razón, cosa de alejarlo, pero no se alejaba y me cansé de tratar de alejarlo; me dijo que tenía nietos y me habló de otras cosas. Sin darme cuenta afirmé algo acerca de la historia argentina, le conté que estudiaba historia, y le conté algo que siempre me llamó la atención: que pueda existir aunque sea un federal aniquila toda posibilidad de unitarismo; a su vez y por el contrario el federalismo puede contener al unitarismo, como un caso especial. El tipo me contó esta historia, que dijo la contaban en su iglesia: "Hace unos cuantos años, en la India, unos misioneros cristianos se establecieron en un pueblo. Hicieron sus cosas de cristianos, se quejaron de los ídolos, de los vestidos, de la comida, del pan, dijeron que no, que no reencarna ninguno y bueno, los hindúes parecen ser mucho mas tolerantes que los cristianos, pero con el correr de los años hubo una sequía y en el pueblo parece que se hartaron de estos tipos y los masacraron. Pum, banda de muertos, ponele seis o siete.... años después una manada de elefantes destruyó el pueblo, ponele siete elefantes".