domingo, 19 de octubre de 2014

No puedo evitar imaginarme como sos cuando acabás, quiero que acabés conmigo. Y renazcamos juntos para volver a aniquilarnos, hacernos polvo, polvo de polvos. Y así un par de veces, hasta que el ébola nos haga propietarios de una estancia. Hasta que me hagas reir mil quinientas veces, hasta y desde ahì hasta allá.
Cuando estàs en silencio, en uno de esos escasos momentos en los que no estàs haciendo nada, en los que estàs perdiendo el tiempo, en los que perdès el dinero, en los que no estàs haciendo el amor, ni siquiera distraída, ni corrès, ni caminás, o escribís mensajes de texto, ni vès un monitor, ni escuchàs mùsica, dònde te fuiste, dònde empezàs a irte, ahì sólo ahí.