Marcelo espera, esper un bondi, un bondi que no ha de pasar.
Marcelo, en su espera desespera y un monton de lugares comunes mas.
Marcelo no cree ni en los colectivos ni en la espera ni en los horarios, ni siquiera sabe leer las agujas del reloj.
¡DONDE ESTA MI IRA!
Donde esta mi impulso creador?
¿Marcelo, te volviste oficinista? ¿Marce estas sedado?
Marce! Reaccioná!
Alli marce, luego de su monologo interior (interior dos ambientes vista al río) reaccioné. No hay tal cosa como un Colectivo, ni una espera, ni nada. Entonces si no espero no desespero.
Corri, corri veloz huia de la oficina huia del sello y el reloj,huia del almuerzo y la milanesa.
Corriendo y sin embargo mi velocidad era insuficiente, ellos (corporizados) tanto sello como creloj, se acercaban mas y mas. Y pese a que corría mas lento nunca me alcanzaban.
Marce se ahogaba, con sábanas, con almohadones de plumas, envuelto en edredones, sofocado por mantas y sopitas, Marce se hundía en un mar mullidito.
Martce Hui mientras puedas, pero no hay donde ir, no hay dios ni paraiso ni salida.
Esperar: Imposible pues no hay nada. Huir: imposible, si no hay refugio. Reaccionar: ¿ante que? Llorar: No hay dios. Amar: ¿Para que?
Marce contepla con desolacion como sus dias sobre la tierra se diluyen, como su pelo encance como su panza crece y sin embargo, pese a su dolor, no hace nada. Se deshace, se desintegra.
Hoy marce se llama Mario y mañana se llamara Abedul. Poco importa pues ya no es.
Marce dejó de sentir algo y no importa mas, no cuenta.
La muerte, la soledad, el refugio, la compañía, la muerte, el amor, la soledad, marce, el tiempo, el dinero, la muerte, madre.
Marce busca fuera sus respuestas y busca dentro las respuestas de los demas.
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