miércoles, 20 de enero de 2010

Espiritu.

Un día no me va a importar mas, de Verdad, ese día me volveré contador. Un día seré un tecnócrata, y sólo seré una sombra.
Evito por todos los medios posibles no ser un tecnócrata y sin embargo esa vorágine no me atrapa, mientras tanto... nos sabemos.
Las palabras se vuelven sombras al mirarnos, excusas.
Un día estaba sentado frente a miles de hojas oficio, hojas llenas de numeritos, de contabilidades, no me decían nada. Otro día nos vimos. Hubo una vez que un amigo se iba de viaje. Antes de ayer esperé veinte minutos el colectivo.
Narrar es un lujo superfluo. Sabemos demasiadas cosas.

2 comentarios:

mentiroso y nudista dijo...

la sociedad tecnocrática es caca pura..yo que vos me trepo a un árbol

me gustan tus escritos, estúpido

Anónimo dijo...

:) muy buen blog.