sábado, 17 de agosto de 2013
Y
Te sigo extrañando como el primer día en que empecé a extrañarte.
Y aunque pasen los días y los años y capaz también las décadas, y capaz también los siglos, no afloja.
Y me miento o me digo la verdad y me convenzo de que no, que no te extraño.
Y también me digo la verdad y me miento al decir que el tiempo y la distancia no valen nada.
Y nos amamos a la distancia, como si pudiesemos transformar en palabras o en imágenes los besos que no nos damos.
Y trato de ver tus ojos o cómo verían tus ojos, pero todo es una cuestión de posibilidades. ¿Y si no fuesen tus ojos?
Y si al final estamos juntos soñanado el mundo y volvemos para desayunar.
Y todo esto es una alegoría.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario