Estoy demasiado cansado, algo se diluye en mi sangre y me destruye. La sangre me fascina, me enamora. Me reventé un grano, previa tortura e infección, chorros de sangre corrían por mi cara y no hice nada para detenerlos. Cómo una estampita milagrosa de San Cayaetano simulaba llorar sangre.
Ahora sólo hay una servilleta llena de sangre en el escritorio, una casacarita y el sabor de mi sangre. Pasé del simbolo a la cosa, como los locos.
Me gusta mucho la sangre, me enamora.
Me gusta mucho la sangre, me enamora.
Algo malo debo estar haciendo, me pongo mas y mas violento. Algo malo estoy haciendo, algo falta en mi, un eje.
Mi sangre me avisa que estoy vivo y voy a morir. Mi sangre me dice que me apure, que deje de perder el tiempo, mi sangre grita tu nombre, pero muchos otros nombres tambien.
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