Alguna vez pensé en un último beso, y también en un abrazo. Es tan teatral la idea de último.
Usaría el condicional para todo, hasta para lavarme los dientes, me lavaría los dientes. ¡Oh El Horror!- gritó el coronel kurt, o era el otro, lo recordaría si hubiese leído el libro. Te amaría tanto, si sólo quisieses. Te rodearía de un cerco de besos y abrazos y amenazas del tipo "te dejo"; te secaría como a un pantano lo secan para edificar burbujas inmboliarias. Te alquilaría, locataría mia. Te vendería por un plato de lentejas, pero eso si, con choricito colorado. Usaría tus extremidades como las mias, sería como un dr. Octupuss. Colonizaría Argelia, y luego diría que también es Francia, sólo que con pocos franceses. Desembarcaría en Normandía, lo que me pidas, en tanto lo que pidas te lo pueda dar. Hablaría en lenguas, recorrería leguas, subiría y bajaría, como la bolsa. Tantas cosas podría o pudiese.
Sin embargo por las noches continúo tejiendo pesadas telarañas que me atrapan.
Pensar que podemos seguir amando es un poco morirse.
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